Ok... otra vez me sentare sobre este diván, un papel y un lápiz serán mi psiquiatra. ¿El motivo? pues.. Alguien me dijo que estoy dañado y en su mas sincero proceder recomendó que debo verme con un loquero a fin de que me reparen. En su humilde percepción las recomendaciones se pasean entre un técnico de las palabras o un gurú del corazón, sin embargo por un lado me he vuelto reticente a los mequetrefes y por el otro yo nunca he creído en brujerías. Ahora bien. Debo reconocer que un par de cosas pude rescatar del aparente insulto a mi avería.
Primero; la intensión nunca fue insultarme, tu intención (y me perdonan los lectores no involucrados por la confianza del tuteo pero hablaré a ti directamente), entendí de tus palabras tu más sincero deseo de corregir un problema que desde tu punto de vista asecha mis sonrisas y según tú las opaca, pero de este aparente insulto lo más relevante fue el hecho de reconocer el daño en sí.
Segundo, ya dando por sentado que se reconoce la avería y enfrentando la realidad de buscar una posible solución considero que en lo que se refiere a un aparente tratamiento de palabras (mequetrefes) o un gurú del corazón (???) creo ver en el fondo de tu consejo la genialidad de una aparente solución a la avería en si. Y si, es obvio que de las dos aparentes opciones entre mequetrefe o gurú lo que realmente puede ayudar al daño es el feedback con cualquiera de ellos. Y entonces Eureka! Recordé mi diván, te recordé blog de notas (te extraño) porque en ti puedo hablar sin esperar que me juzgues, sin esperar que me critiques, solo estas ahí para mí esperando que te acaricie con mi lápiz.
Así que...
Hola...
estoy aquí y he vuelto a que me repares...
there's something good in you advice
