08 marzo 2008

Se acaba

Reclámame otra vez las miradas perdidas y verás que se me acaban las excusas. Exígeme otra vez que me ponga de rodillas y notarás que se me acaban las ganas. ¿Un beso?, se me acaba el aliento. ¿Tu futuro?, se me acaban los sueños. ¿Una lagrima?, ya no me quedan. Se me acaban las palabras o quizás los momentos, la verborrea, el “don”, las ganas (otra vez), el tiempo, las sospechas, la poesía, el papel ajado de las tardes aburridas donde escribía, se me acaba el techo blanco donde pienso lo que veo, y la luz fluorescente que titilaba por el balastro dañado. El calor se fue, sé término la saliva que producía tajantes palabras y cortantes oraciones. Y la cuerdita que me agarraba la cortina, y tal vez lo más importante, se me acabo la necesidad, la responsabilidad de repasar los verbos que quería decirte. Se me acabo el tic de la pierna y el hábito de bajar la mirada con la mano a la quijada. Y sé me acabaron las formas de decirte lo que quiero. Por eso te pido otra vez, no a ti a todos, reclámame las miradas perdidas, reclama al niño de rodillas que lloraba… Pregúntame otra vez por ese caracol.
(se me acaban las esperanzas)

2 comentarios:

DREA dijo...

yo, aqui, yuju, tengo una pregunta...

a donde se han ido las ganas? onde se dejaron olvidadas? y las letras bonitas y las sonrisas que nos despertaban en la mañana que eran mitad remordimiento mitad complicidad, a donde se esconden?

es que yo tambien las he perdido y tengo el serio proposito de recuperarlas. si sabes donde puedo empezar a buscar avisame.

habia perdido tu dirección gracias por la visita.

Anónimo dijo...

mamor donde dejaste las ganas? en que momento te fuiste? que ha pasado?...