Pensaba escribirle unas palabras a mi autoestima esta noche, pero me interrumpió mi subconsciente para preguntarme ¿Cuál? Y entonces fue cuando me di cuenta que mi autoestima yacía en el piso de mi cuarto desde hacía dos semanas muerto de penas. Está así desde que se dio cuenta que no siempre se puede hacer lo que se quiere.
Pensaba escribirle unas palabras a mi ironía esta noche, pero salió desde ayer a beber con mi dignidad, deben estar ebrios en algún bar de segunda planeando el lugar a donde huirán de tus arranques de fin de semana.
Pensaba escribirme unas palabras a mí mismo, pero la verdad es que no estoy aquí, en realidad te estoy buscando y te estoy huyendo, pero también estoy muerto como mi autoestima.
Pensaba escribir algo, pero… no pasé de aquí.
Pregúntame otra vez por ese CARACOL
Draft document:
Tu mano,
La camisa. (el ombligo no puede faltar)
Obvio. (yo y la duda insistimos)
El tic. (para yo reírme, Y los pelitos de los brazos otra vez se me paran)
Estoy huyéndote por una razón.
Estoy buscándote por mil razones. (Otra vez los pelitos de los brazos)
Estoy huyendo de dos razones.
Estoy buscando lo que me ayuda a huir.
Maldita ironía porque “yo no fui” (el momento de rabia)
Badulaque, necio, tonto, tosco… ¿patán?
¿Y cómo interpreto? Como un tonto, como un patán, como un necio…
Los labios (escribiré algo de lo que quiero, dibujare un peluche en una nube con un pincel de palitos chinos)
Una hoja en un lápiz y te tapas la mitad de la cara para verme.
Sensible. Llora y yo te curo, pero déjame curarte.
Pago la rabia con la silla.
Pura basura. (porque balbuceo lo que escribo).

