Ok. Voy a detenerme en este punto, en el boulevard de esta plaza, voy arrodillarme en el piso y sin orgullo pretendo relatar lo sucedido en dos escenas de mi vida. Por favor acérquense, siéntense donde puedan, mientras vayan llegando les suplico vayan acomodándose. No se sorprendan que estoy de rodillas, a mi verdaderamente no me preocupa, pero hay gente que me ve más sincero en esta posición. Yo creo que perdí la vergüenza una cuadra más atrás mientras caminando entre la muchedumbre las lagrimas se salían de mis ojos sin poder evitarlo, salían como fingidas, pero no lo eran, a decir verdad hay un límite en ciertos sentimientos que te da la destreza de poder llorar sin mover un solo musculo de tu cara, y yo ese límite lo pase hace una semana. Quiero que sepan que no van a escuchar el lamento de un perdedor, NO!. Van escuchar la gloria de un vencedor, pero se van a dar cuenta que a veces vencer duele.
Primera escena:
No hace mucho tiempo me enamore de un ángel con cola y alas rotas, ¿tonto verdad? Pues sí, lo hice y no lo niego y todos lo saben y el que no lo sepa debe tenerlo claro antes de seguir escuchándome, estoy enamorado de dos lunares en sus piernas, de la piel cortada en sus manos, del reflejo verde en sus pérfidos ojos, del cinturón de piel en su vientre, de sus falsas palabras. SI! Soy una víctima que se dejo encarnar de sus pecados y pago todos sus karmas en una sola escena. Dichoso yo que aguante tanto que el mismo dios tuvo que expulsar un ángel del mismo cielo solo para que pudiera enamorarme y pagar mis karmas.
Segunda escena:
Hace menos tiempo aun, decidí dejar que mis karmas vengan a mí a saldar sus deudas uno a uno y volver a traiciónalos, ¿tonto? Tal vez… lo estoy haciendo y quiero que todos lo sepan. Estoy marcando sus piernas con dos lunares, estoy cortando sus manos, estoy mirando con ojos pérfidos y estoy abriendo el cinturón de sus vientres otra vez. Si! No lo niego. Me enamore mil veces lo que cada karma se enamoro de mi, y no pretendo vomitar lo que cada pecado me escupió hace 8699 días. Dichoso yo que hable con el diablo a espaldas de dios para que me aceptara en el infierno sin karmas.
Moraleja:
¿Dónde gano, donde pierdo? No lo sé, ya no pago más karmas… pero aun sigo enamorado.
3 comentarios:
Si... todos nos enamoramos en algun momento de nuestros karmas.. solo nos queda esperar el final...
Quisiera poder decirte algo que pueda animarte , pero es verdad , amar duele, y mas si uno se enamora de sus karmas...
De todos modos, espero que pronto puedas volver a lucir tu preciosa sonrisa ;P
Saludos.
Pablo veo q no tendria q leer todos tus escritos para saber q me gusta como escribes pq lo haces de manera tridimensional...
escribes lo cruel pero verdadero de la vida.... sigue escribiendo es lo mejor....
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