26 diciembre 2006

Why?

Caminando, rumbo a mí casa en una tarde normal como cualquiera de esas tardes en las que las miradas se pierden con todo. Discutiendo, con mi vecino el tonto problema de la basura en el pasillo. Bailando, mientras me divierto en la casa de mis amigos en una fiesta fuera de lo normal. Practicando, en las clase de piano cinco minutos antes de salir. En mi casa, sobre una silla esperando un almuerzo recalentado. En tu casa, comiendo un poco de yogurt y criticando el color de la vajilla. Mientras leo un mal libro en el parque y noto que ligeras gotas empiezan a caer. Con dos completos desconocidos en la larga cola del banco esperando mi numero. En las noches y en las mañanas, pero también en las tardes. En mis sueños de madrugada tal vez mas que en mis sueños del medio día. Cuando miro al espejo o cuando miro el cielo, incluso cuando miro el agua o miro el fuego. En los interludios de las canciones que escucho y aunque no me creas también en los intros, outros, estrofas y coros. Durante esos pequeños momentos en los que uno parece dormir despierto. Siempre pienso… siempre malditasea… siempre pienso en ti y aunque quiera no puedo evitarlo.

¿Por qué? –Le pregunto. –
¿Por qué habría de no hacerlo? –Me responde. –
¿Acaso eres tonta? Deja de hacerlo –Insisto. –
¿Parezco tonta? –Me discute. –
¿Por qué me respondes con una pregunta? –Le critico. –
¿Por qué te metes en mi vida? Yo decido que hacer con ella… –Contesta obstinada sin motivo. –


20 diciembre 2006

Más


No acostumbro a escribir cosas personales en mi blog, pero hoy haré una excepción, por que así lo creo necesario.

Muchas veces me preguntan mi edad y cuando respondo 23 años, la gente se asombra y de inmediato me responden con una clásica pregunta: “¿Como haces para mantenerte tan joven?” a lo cual siempre respondía: “la clave es la risa.” Pues si, hasta la noche de ayer pensaba que el secreto de lucir joven estaba en sentirse niño, riéndote de todo con la madurez necesaria, sonriendo siempre hasta de los momentos más fríos y secos, pero manteniendo siempre la lucidez de los eventos que desatarían esa sonrisa. Hasta que anoche, (y esta vez no quiero ser dramático con mis palabras porque hablo muy en serio.) Me entere de la noticia mas desgarradora que había escuchado en mucho tiempo, noticia a la cual no quiero hacer mucha referencia en este post por motivos personales.

Lo cierto es que anoche, más tarde (de madrugada) meditando con mi botella de sangría, mi frustración y una sensación de impotencia que jamás había sentido, me di cuenta que mi hipótesis sobre mi apariencia joven, no era mantenerme siempre contento por todo, o por lómenos, no era solo eso, me di cuenta, que más allá de mi habito de permanecer alegre sobre cualquier circunstancia, existe una sublime ansia de conocer siempre más, de aspirar siempre más, de querer más, de tener más experiencias, quizás vivir mas, tal vez cosas vanas y vacías ¿por que no? como dormir hasta tarde un lunes por la mañana, tal vez apreciar la cara de mi madre el día de mi grado, o por que no saborear la sensación de ver los logros y derrotas de mis amigos sus familias y las mías… ¿que puedo esperar? no se, pero quiero mas tiempo para hacer todas las cosas que me pasen por la cabeza, malas o buenas, y si, no voy a engañar a nadie, quiero lo mismo para ti prima tonta, quiero que siempre te rías y digas: “QUIERO MAS PARA MI”.

15 diciembre 2006

Sentimientos...

Alegría
Dicha
Apego
Satisfacción
Amor
Ira
Lujuria
Deseo
Odio
Pasión
Apatía
Adoración
Indignación
Envidia
Angustia
Anhelo
Frustración
Placer
Rabia
Ternura
Celos

11 diciembre 2006

Conspiran

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- No se si a ustedes les ha pasado antes, pero lo que voy a relatar a continuación es un evento muy curioso que me ha ocurrido últimamente con mucha frecuencia…

No recuerdo exactamente la hora pero se que era de noche, tal vez de madrugada porque la neblina inundaba el balancear de nuestros brazos mientras caminábamos y dejaba espacios vacíos con la silueta de nuestro andar. Veníamos de celebrar nada en especial, festejábamos los momentos triviales, efímeros, superfluos, y fugaces de nuestra corta amistad. Entramos al edificio solos ella y yo, riéndonos de todo, sin disimular nuestro estado, meneándonos entre paredes y subiendo escalones que parecían moverse cuando los pisábamos, obviamente pasados de tragos, alegres pero tranquilos, maliciosos pero inocentes, sin miedo pero inquietos, inquietos porqué sabíamos que pronto las cosas no serian solo amistad; tan pronto como el recorrer de un pasillo hasta la puerta de su casa, menos de cinco metros donde las cosas cambiarían sin que ninguno de los dos interviniera, solo nuestros deseos: su alegría y mi malicia, su inocencia y mi tranquilidad, nuestros miedos… y nos besamos, solo por un instante, nos miramos a los ojos, me sonrió, hasta que entonces abrió la puerta, entro y la cerro. Y el golpear de la puerta me despertó, no era la puerta de su casa, era la puerta de mi cuarto abatida por el viento en la madrugada que me saco del sueño súbitamente y abrumado me dejo con la intrigante casualidad de los dos hechos repentinos, uno en mi sueños y otro en la realidad.

- Curioso, pero ya me ha pasado varias veces. Algún evento espontáneo pareciera ocurrir en mis sueños al mismo tiempo que ocurre a mi alrededor. Y me despierto sospechando si el mundo conspira en mis sueños…